Con la llegada del sol y el calor los días son más largos y están más cerca las vacaciones para muchos, es hora de disfrutar el exterior de tu vivienda. En nuestras terrazas y jardines podemos poner mesas de exterior, tumbonas, jardineras, sombrillas, bancos o cualquier complemento que haga de tu azotea o balcón un sitio acogedor.
Aunque en ocasiones nos dejamos llevar más por nuestra primera impresión, la que nos entra por los ojos, que por una reflexión meditada de lo que necesitamos en realidad debemos combinar todos los muebles con el tono de la fachada, persianas y toldos de la casa. Tenemos que trasladar el encanto del interior del hogar al exterior así nos quedará ideal.Me gusta, ¡lo quiero!
En el jardín, en la terraza, en la azotea o en un balcón, la presencia de muebles de exterior hace que convirtamos un simple espacio en una más de las habitaciones de nuestro hogar. Pero no podemos disponer de cualquier mesa y cualquier asiento, sino que debemos seleccionarlos en función de las condiciones climáticas reinantes, además de tu estilo particular y las tendencias decorativas del hogar.
Cuando nos planteamos la decoración de los espacios que rodean la casa, tenemos que considerar varios factores:
• Adecuar nuestras intenciones a la cantidad de espacio con la que contamos para lograr cierta armonía visual.
• No es lo mismo un espacio abierto completamente que una terraza acristalada. En el primer caso debemos saber que el mantenimiento de este tipo de muebles será muy costoso. Se usen o no se usen. Para hacernos una idea, sólo basta con observar el mobiliario urbano y nos daremos cuenta de la dificultad de conservar a la intemperie cualquier elemento.
• El mobiliario de exterior tiene que tener unas características propias que permitan evitar el posible deterioro que se produce por el simple hecho de estar expuesto a las inclemencias del tiempo.
Como puedes ver los muebles de hierro son los más elegantes y de mayor tradición. Su enorme resistencia, una vez tratados con convertidores de óxidos y ubicados en los sitios más apropiados, hacen que sean los más duraderos en el tiempo, en general, pasando de una a otra generación de la familia.
Pueden ser estilizados en diferentes acabados, aunque a menudo se opte por dejarlos en tonos más clásicos, como blanco, negro o gris, y en algunas ocasiones los verdes o rojos oscuros.
Además para su mantenimiento, sólo se requiere un preparativo previo que los proteja de la humedad, y luego una limpieza esporádica con paños apenas humedecidos.
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